Caminando con su largo baston y envuelto en su capa gris camina el Hombre Eterno. Sus años son tan incontables como sus trabajos, ocultos por un manto de misterio y de sigilo. Nadie sabe de donde es, donde nació, cual es su verdadero nombre. Solo lo ven caminar y ya sienten un escalofrío. Hay gente que lo ve en extraños sueños, y otras que lo descubre en visiones místicas, y nadie contradice a esas personas.
Todos saben de la magia de la que el Eterno es capaz.
Aseguran que erró por tierras inhóspitas, que lideró religiones olvidadas de hombres de pasado remoto, qué conoció a hombres de toda clase y pueblo, que es tan antiguo como las montañas.
El Eterno no es mas que un hombre de poder desconocido.
Recuerdo de una charla que una vez tuve con el, en los fértiles campos que, luego de su visita, quedaron casi estériles (no se si esto es casualidad o causalidad, de usted depende juzgar.) Su filosofía era implacable, y de mi torpe memoria solo quedan resquicios de esa sabiduría aprendida a lo largo de siglos.
- Este mundo - me dijo - es ínfimo. No es mas que un mundo dentro de otro mundo mas grande, y así sucesivamente, armando una gran cadena, que forma otro mundo mayor, pero a la vez pequeño en comparación con otro. La Tierra no es mas que una mota de polvo en el aire, o un átomo de cualquier elemento.
- Mira estos dos trozos de leña, por ejemplo. - me djo señalándome la hoguera. Se acercó y prendió fuego unos restos de madera seca - En estos momentos estoy extinguiendo miles de mundos, millones, y con ellos toda la vida. Yo acabo de prender fuego mil Tierras, ¿lo entiendes, muchacho? Fui terrible, fui el Satanás de cientos de miles de millones de formas de vida infinitesimalmente mas pequeñas que nosotros. ¿Ahora entiendes la fragilidad de los mundos? Es todo tan simple e increíble a la vez, ¿no lo crees?
Encendió su pipa y comenzó a fumar. Sus palabras me tenían anonadado y sin respuesta. ¿Qué era lo que se suponía que tenía que decir? No lo sabía, y recién luego de un rato de silencio pensativo logré preguntar.
- Entonces... Estamos en peligro... - dije sin convicción, sin que fuera ni pregunta ni afirmación, sin valor.
Me miró con intranquila paciencia, como si su mente ya viera dentro suyo miles de dilemas y preguntas llevadas por el asombro y la duda por la gigante cadena de mundos, pero teniendo que decirme la parte mas básica a mi, un pobre chico desconocido y anónimo.
- La tierra podría arder en cualquier momento. Hay alguien, alguna forma de vida mayor que nosotros que tiene el poder sobre este mundo, que yo por desgracia desconozco. No es mas un Dios que yo para la leña, pero aún así es poderoso y tiene la opción de destruir todo lo que tú conoces, chico. Sí, estamos en peligro, cada segundo que pasa.
- ¿Cómo sabes todo esto? - pregunté yo, curioso y aterrado.
- No puedo decírtelo, chico. Lo pude ver todo, no se por qué ni como, pero lo vi.
Y antes de que se perdiera en el horizonte, emprendiendo su marcha de nuevo, dijo en voz alta, aunque sin intención.
- La cadena de mundos se ve en un collar de diamantes.
Y es por eso que escribo esto. Escribo por él, porque murió. El Eterno no es mas eterno.
Y escribo por mí, porque yo vi su collar de diamantes, y lo entendí todo.
jueves, abril 02, 2009
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5 comentarios:
la proxima vez que te cruces con ese sr invitalo a nuestras fiestitas de te
talento.com
Te amo pibeee vaguiiin. Espero te mejores pronto.
(11:56 p.m.) . Come o: vale firmar blogs :P
Jajaja, sos de lo peor, pero sabés perfectamente que te quiero así y todo. A ver cuando te mejorás, pero dignate a ir al médico pedazo de gil:)
Me da para flashear un largo rato esto. Sabés con que flasheo de vez en cuando? Con sacar un libro.
Obvio que al lado tuyo soi un poroto.
Mis saludos,
Rii.
sos buena onda =)
como puede existir alguien al q no le gusta benedetti?
saludos =)
buen comienzo de fin de semana largo ;)
posdata numero uno:
puedo ponerte en mi lista de blogs?
posdata numero dos:
escuchas musica rara
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